La higiene en las personas enfermas o inválidas
Mantener a una persona enferma o inválida en buenas condiciones higiénicas es muy importante. Un enfermo puede estar aseado y presentable aunque permanezca en cama en su domicilio. Normalmente no es una tarea difícil y sí muy útil en el restablecimiento de la persona que se encuentra enferma y desea una pronta recuperación.
La higiene bucal no debe descuidarse, manteniendo el uso del cepillo de dientes o, si no es posible, haciendo enjuagues con soluciones bucales antisépticas. Existen varios colutorios en el mercado que ayudan en esta tarea.
Por otro lado, el pelo debe cepillarse y peinarse al menos dos veces al día, y las uñas deben cortarse regularmente y mantenerse limpias.
Es importante mantener el cuerpo del enfermo bien limpio. Lavar y asear a un enfermo, teniéndolo en su cama, no es una tarea complicada. Se trata simplemente de limpiar la piel del enfermo por partes, utilizando paños húmedos o esponjas, agua y jabón, dejando descubierta sólo la parte que se está lavando, y el resto del cuerpo cubierto. Un enfermo limpio y aseado es un enfermo tranquilo.
Cambiarle de posición es conveniente para prevenir las úlceras o llagas que se formna en los lugares que mantienen un constante contacto y presión con las sábanas. Mover y lenvatar un enfermo requiere una técnica que puede aprenderse y no es difícil de realizar.
Todos estos detalles, así como tener una habitación tan ventilada y luminosa como sea posible, hacen que le enfermo se sienta mejor e incluso puede favorecer su pronto restablecimiento.