A ciertas edades es importante mantener la salubridad de todas las zonas de nuestro cuerpo, incluidos los huesos. ¿Sabían que en el mundo 1 de cada 3 mujeres y 1 de cada 5 hombres, mayores de 50 años, son proclives a padecer una fractura ósea por fragilidad en sus huesos?
Como la gran mayoría de las enfermedades, los efectos de la osteoporosis se incrementan considerablemente a medida que se va alcanzando mayor edad. Más común en mujeres que en hombres, suele aparecer en la etapa menopáusica de la mujer, disminuyéndose su presencia después de los 70 años. Y es que la pérdida del tejido óseo se comienza a producir a partir de los 40 años, momento desde el cual la regeneración del tejido óseo es más lenta que la pérdida del mismo.
Según datos ofrecidos por la Sociedad Española de Reumatología (SER), se calcula que unos 75 millones de personas en Estados Unidos, Japón y Europa se encuentran afectadas por la osteoporosis. En el caso de España, en torno a 2 millones de mujeres padecen esta enfermedad, presentándose en el 25% de las mujeres postmenopáusicas (1 de cada 4 mujeres la sufren).
Por consiguiente, y a fin de ralentizar la disminución de la densidad del tejido óseo, ¿qué podemos hacer a partir de la edad adulta? Aunque durante toda la vida es importante cuidarse, desde el momento en el que se sobrepasa la barrera de los 40-50 años esa necesidad se incrementa. En el caso de la osteoporosis, una mala nutrición, la falta de calcio y vitamina D, una herencia genética, el sedentarismo y malos hábitos de vida (fumar e ingerir alcohool) se convierten en el caldo de cultivo perfecto de esta enfemerdad.
Sus efectos solo son apreciables a partir de pérdidas óseas superiores al 30%
Pero, ¿es sencillo detectar la osteoporosis? La ausencia de síntomas latentes hace que solo seamos conscientes de su generación una vez que ya se ha producido una fractura, especialmente en las zonas de las muñecas, la columna y la cadera. No obstante, la osteoporosis solo es apreciable a partir de pérdidas óseas superiores al 30% (3 centímetros de estatura). Estas fracturas suelen provocar un dolor intenso y una discapacidad a largo plazo, convirtiéndonos en personas dependientes e incluso anticipando la muerte.
Si se produjese una fractura vertebral, el paciente presentaría un dolor agudo muy intenso al realizar esfuerzos leves como la carga moderada de peso, afectándole durante 2-3 semanas. En el caso de la fractura de cadera, ésta indicará osteoporosis siempre y cuando se produjese tras un traumatismo de baja energía. Por su parte, la fractura de antebrazo distal se encuentra asociada a una densidad mineral ósea baja y a la presencia de un traumatismo de baja intensidad, como por ejemplo, la caída sobre una mano.
Evitar la proliferación de la osteoporosis resulta sencillo siempre y cuando se lleven a cabo algunas recomendaciones:
- Seguir una dieta saludable rica en lácteos (las personas mayores deben consumir de media 1.200-1.600 milagramos de leche al día), proteínas y vitamina D, clave para el desarrollo y mantenimiento de los huesos sanos. Existen otros micronutrientes como la vitamina K (presente en vegetales de hoja verde) o el zinc (esencial en la carne roja magra o las legumbres) que ayudarán a combatir esta enfermedad. De igual modo, será recomendable moderar el consumo de grasas, café, bebidas gaseosas y sal.
- No exponerse al sol durante mucho tiempo.
- No ingerir tabaco ni alcohool, a fin de evitar el deterioro masivo del tejido óseo.
- Realizar ejercicios cardiovasculares y aeróbicos de forma moderada ayudará a fortalecer los huesos, aumentar la masa ósea e incrementar la flexibilidad, la coordinación y la fuerza muscular. Caminar 20 minutos al día se puede convertir en el mejor remdio frente a la osteoporosis.
Actualmente, la densitometría ósea se define como la mejor técnica para medir la masa ósea del paciente, teniendo siempre en cuenta tanto la edad como otros factores de riesgo que afectasen a la vida del mismo. Entre los posibles tratamientos para prevenir esta enfermedad, existen fármacos encargados de detener la resorción ósea y evitar la pérdida de minerales; son los inhibidores de la resorción (estrógenos, bisfosfonatos, calcitoninas, moduladores selectivos de los receptores estrogénicos o las estatinas. De hecho, en sus orígenes, las estatinas se empleaban para combatir el colesterol, sirviendo ahora como mejor remedio para reducir el riesgo de fractura de cadera.
El consumo de bisfosfonatos se convierte en el mejor remedio para combatirla
Aunque los bisfosfonatos son clave para combatir la osteoporisis, especialmente entre las mujeres postmenopáusicas, existen otros medicamentos como el denosumab y la teriparatida que se convierte en esenciales para personas con una densidad ósea muy baja o fracturas múltiples. Generalmente se suministran por la vía oral, aunque también podrán ser inyectados en el paciente.
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